En esos mismos días en los que Conan el cimmerio recorría los reinos hiborios, una de las poquísimas espadas que se le podía comparar era Red Sonja, una guerrera de la majestuosa Hyrkania. En su juventud, la mujer le arrebató la vida a un rey que intentó propasarse con ella, razón por la que se vio obligada a huir de su hogar. La joven escapó a las estepas turanias y, desde muy pronto, se envolvió con el neblinoso manto de la leyenda.