Las calaveritas son una tradición poética en México, especialmente popular durante el Día de Muertos. Son versos rimados que, a menudo con humor y cariño, recuerdan a los vivos que eventualmente todos nos encontraremos con la muerte.
Aquí unas calaveritas dedicadas a los coleccionistas de diferentes aficiones:
Coleccionista de Aviones y Vehículos de la 2da Guerra Mundial
En su hangar de historias y metal,
un coleccionista se pone a ensamblar,
modelos de aviones de la Guerra Mundial,
con la calaca que viene a charlar.
Ella se acerca, muy curiosa quedó,
viendo ese Spitfire en su vitrina de amor,
"Te llevaré volando, sin motor y sin dolor",
pero él responde, "Déjame en paz, señora, por favor."
Le dice la Parca con tono muy serio,
“Ya es hora de partir, piloto del misterio”,
mas él, muy listo, con un truco ingeniero,
le ofrece un tanque viejo, y escapa en su bombardero.
Coleccionista de Robocop
En la ciudad del futuro se oye una alarma,
Robocop camina, dejando su huella en el alma.
Pero no es un crimen lo que ahora se trama,
es la muerte que llega, buscando calma.
“Ven conmigo, coleccionista, de la vida terminemos la pista”,
le susurra la flaca, con una sonrisa que invita.
“Espera, señora, que esta figura aún no está lista,
dame tiempo para acabar esta lista.”
La calaca, paciente, se sienta a esperar,
el coleccionista trabaja, sin descansar.
“Qué dedicación, hasta me quiero armar”,
piensa la muerte, comenzando a admirar.
¡Haz clic aquí para conocer los vehículos militares y aquí para los aviones de la 2da Guerra Mundial
Coleccionista de Castillo Hogwarts
En el mágico mundo de Hogwarts perdido,
un coleccionista ha sido sorprendido,
por una calaca que ha decidido,
llevarlo al más allá, ya cumplido.
Pero él, astuto, saca su varita,
y con un “¡Expecto Patronum!” invita,
a la muerte a una partida,
de ajedrez mágico, con vida.
“Ganarás si eres capaz,
de derrotar a mis alfiles y demás”,
le reta el coleccionista, sin mirar atrás,
la calaca juega, pero el tiempo jamás pasará.
Comienza tu propio Castillo Hogwarts aquí.
Coleccionista del Mustang GT 500
Bajo el capó de un Mustang reluciente,
la muerte llega, de repente,
al coleccionista que, ferviente,
arma su carro, felizmente.
“Vámonos ya, no hay tiempo que perder”,
le dice la huesuda sin entender,
que para un amante del GT,
dejarlo a medias es perecer.
“Corre conmigo una carrera”, propone el hombre,
“y si ganas, me iré sin nombre”.
La muerte acepta, pero qué sombre,
¡El coleccionista gana y se esfuma en el asombre!
¡ Comienza aquí esta colección!
Coleccionista Todo sobre la Cerveza
Con una cerveza en mano, el coleccionista brinda,
la muerte llega y se le arrima,
le dice al oído, con voz muy íntima,
“De la vida a la muerte, es la última ronda”.
Pero él, sonriente, le ofrece una artesanal,
“Prueba esta delicia, es especial”,
la calaca bebe y siente el sabor fenomenal,
y decide, “Con una así, no te puedo llevar mal”.
“Brindemos pues”, dice el coleccionista,
“Por una vida de alegría nunca vista”,
y así entre tragos y cuentos, con nueva vista,
la muerte se olvida de su lista.